Si hablamos de inteligencia emocional posiblemente se te haga presente el nombre de Daniel Goleman. Ampliamente conocido por popularizar el término y por la diversidad de publicaciones que nos ha regalado.
Los primeros indicios del término de inteligencia emocional los encontramos en los autores Peter Salovey y John Mayer en 1990. Proponen un modelo centrado en las capacidades de las personas. Según estos autores, somos inteligentes emocionalmente si atendemos tanto a la información que nos aportan las emociones, como a la racionalidad. La polarización hacia una o la otra, nos aleja de ella.
Destacan 4 pasos que nos llevan a fomentarla:
1.
Identificar las emociones.
2.
Utilizar las emociones.
3.
Comprender las emociones.
4.
Manejar las emociones.
Diversas dinámicas nos enfocan a cada uno de estos pasos, lo que conlleva que seamos más competentes emocionalmente.
Uno de los referentes de la inteligencia emocional, Rafael Bisquerra, nos habla de Competencias Emocionales. De competencias que posibilitan regular los fenómenos emocionales. Define las siguientes:
- Conciencia emocional.
- Regulación emocional.
- Autonomía emocional.
- Competencia social.
- Competencias para la vida y el bienestar.
Al trabajar en ellas individualmente como personas y sistémicamente en equipos y organizaciones, fomentamos la inteligencia y la agilidad emocional.
Te descubro como hacerlo en mis
programas.
