El placer de “no hacer nada”. Conectando con tu independencia interior

“He descubierto el placer de no hacer nada sin estar de vacaciones”
 

Explicó que esa mañana pasó, sin más, sin estar pendiente de agendas, dejando de lado listas de quehaceres. El tiempo transcurrió, se dejó llevar por lo que le apetecía en cada momento, sin prisas; paseó por el bosque, hizo algunas tareas en casa, jugó con sus animales, y, llamó para compartirlo. Estaba contenta. En mi apareció una agradable sonrisa y oí la fuerte respiración de las tres, como si soltáramos algo, algo compartido.
 

Hace pocos meses, su vida sufrió un vuelco de 360º. Un cambio inesperado, de esos que nos pueden dejar emocionalmente fuera de juego una temporada larga y, aun así, el día a día, las “obligaciones” están ahí, pidiendo ser atendidas.

Siempre me ha maravillado su fortaleza y su capacidad de resurgir como un ave fénix ante los retos que se le han presentado en la vida. Esta ocasión el reto ha sido distinto, uno de esos con los que brotan lágrimas y tristeza, una gran tristeza. Quienes la queremos la hemos acompañado, hemos estado cuándo lo ha necesitado, para que a su ritmo reconectara con esa independencia interior que la ha caracterizado.

Con ilusión mostraba su Paz, su Satisfacción y mucha Ternura. Quería compartirlas. Resultó ser un gran regalo, además de una inspiración para escribir este post. Gracias.

Escuchaba sus palabras y resonaba en mi ese estado de independencia interior con el que entramos en contacto con nuestro Yo, con nuestro propio Hogar interno. Así se lo comenté y precisamente eso es lo que la reconfortaba, que lo estaba consiguiendo, que sentía que algo reconocido florecía en si de nuevo. Tuve el privilegio de ser testigo de como se reactivaba en ella el arquetipo de la Diosa Hestia, la Diosa del fuego del Hogar, del Hogar Interno.

Jean Shinoda Bolen, en sus libros, en los que habla de diferentes arquetipos que se manifiestan en mujeres y hombres, se refiere a la Diosa Hestia como ese arquetipo que está activado “Cuando lo que haces tiene sentido para ti y hace que te sientas plenamente conectado con quien realmente eres.” (1)  Hestia es el arquetipo que aporta conexión, independencia interna, centramiento, presencia, quietud. Darle paso es como darte la bienvenida a tu propio hogar interno, que sería eso que en palabras de Jean Shinoda Bolen describe “como ese centro interior de quietud que se asocia con el sentido de plenitud” (1).

Y ¿Cómo llegamos a Hestia? Algunas personas la traen “de serie”, a otras les llega en la madurez por la propia experiencia de la vida, otras no llegan nunca a ella y me gusta pensar que muchas otras se proponen darle paso.

Para seguir viviendo en plena conexión con tu propia fuerza interna, tu presencia. Seguirás sintiendo alegría, tristeza y ese sinfín de posibilidades que conllevan las emociones. Las podrás observar, desde tu propia intimidad, con hospitalidad, dándoles la bienvenida como si se tratara de invitados inesperados, en ocasiones reconfortantes, en otras molestos. En cualquier caso, con calma, atención, orden.

Siente tu Hogar Interno